Una de las variables más importantes que todo inversionista o analista de negocio tiene en cuenta para determinar la viabilidad de expandirse o consolidarse en nuevos mercados es el nivel de riqueza de un país y sus habitantes. En efecto, una mayor capacidad de poder adquisitivo no solo permite que los consumidores puedan adquirir muchos más bienes y servicios, sino que además se vuelve un factor atractivo para que las empresas decidan entrar en ellos y aprovechar el alto nivel de ingresos para obtener rentabilidades más altas que en otras economías.
Con base en lo anterior, el sitio Visual Capitalist muestra una infografía de los diez países más ricos del mundo de acuerdo a las cifras del Global Wealth Migration Review 2019 (ver aquí, en inglés), a partir de su evolución en la última década. Cabe destacar que desde la crisis financiera de 2008 hasta el último año de medición (2018), la riqueza privada global ha crecido vertiginosamente en un 26% y equivale a USD 204 trillones, mientras que el top 10 representan cerca del 74% de dicho monto, tal como aparece en la siguiente imagen:
Gráfica 1: los diez países más ricos del mundo, periodo 2008-2018
Como se puede apreciar en la gráfica anterior, Estados Unidos encabeza por lejos el grupo de los diez países más ricos del mundo con la apoteósica cifra de USD 60,7 trillones, una participación creciente de Asia a través de China (USD 23,6 trillones), Japón (USD 19,1 trillones) e India (USD 8,1 trillones). Por otro lado, se observa una tendencia decreciente de Europa donde Francia e Italia disminuyeron su participación en la distribución de la riqueza global y quedaron en las últimas dos posiciones del top 10, mientras que Reino Unido tuvo un exiguo crecimiento del 4% que le valió para mantener la cuarta posición por encima de una fuerte Alemania que creció al 7% tras obtener las mismas cifras (USD 8,8 trillones) que Gran Bretaña en el año 2008.
Otro aspecto a tener en cuenta es que demuestra el crecimiento acelerado de China cuya riqueza privada aumentó en un 130% y ahora tiene el mayor número de personas de altos ingresos, siendo superada únicamente por Estados Unidos. Asimismo, vale la pena mencionar como dato curioso que existe una correlación directa entre el número de millonarios en un país y un mayor nivel de riqueza, ya que las tres primeras posiciones según Credit Suisse son ocupadas por los mismos tres países del ranking: EE.UU, China y Japón. Más allá de eso, las proyecciones indican que esta riqueza de los países alcanzará los USD 291 trillones para el año 2028, siendo fuertemente influenciadas por Asia.
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Sin embargo, este crecimiento de la riqueza global tiene un lado oscuro que se ha convertido en uno de los temas más discutidos en la realidad económica del presente siglo: la desigualdad. Infortunadamente, se han generado brechas salariales entre la población adulta más rica (que tiende a ser una minoría cercana al 1%) que tiene la mayor concentración de la producción nacional en sus manos y sus pares más pobres que se ven desfavorecidos en no tener un mayor acceso e igualdad de oportunidades para ser partícipes de dicha generación de riqueza. Un asunto que, sin duda alguna, requerirá de medidas urgentes para evitar que la desigualdad siga creciendo año tras año y provoque otras consecuencias desastrosas para la economía mundial, así como para la población en general.
(Puedes ver el artículo original de Visual Capitalist aquí, en inglés)